Cada pareja tiene su propia historia y pasiones, y en el caso de María y Javi, su amor por los vinos y los viñedos los guió hacia una decisión clara y emocionante para su postboda. Desde el principio, tuvieron en mente un lugar único y especial para celebrar su amor, y no encontraron mejor escenario que una auténtica bodega. Así es como se embarcaron en una aventura inolvidable en los magníficos viñedos e instalaciones del Celler del Roure, Alicante, donde cada rincón se convirtió en testigo de su amor y pasión compartida.

El Encanto de los Viñedos
Los viñedos tienen una magia especial, una serenidad que envuelve a quienes los visitan. Para María y Javi, este lugar tenía un significado aún más profundo, pues era el escenario perfecto para fusionar su pasión por los vinos y el romance que los unía. Entre hileras de viñas, los enamorados se adentraron en un mundo de sensaciones, donde cada foto capturó la esencia pura de su amor.

Un Vínculo con la Bodega
La elección del Celler del Roure para su postboda no fue casualidad. Esta bodega no solo ofrecía un paisaje impresionante, sino que también simbolizaba la conexión entre María, Javi y su historia de amor. Aprovechando las instalaciones, desde las majestuosas barricas hasta los frescos rincones de la bodega, cada toma transmitió la autenticidad y la belleza de este capítulo tan especial en sus vidas.



Una Postboda Fresca y Auténtica
La postboda de María y Javi fue una experiencia fresca y auténtica, en la que las risas y complicidad fluían naturalmente. La brisa suave entre los viñedos y la atmósfera acogedora de la bodega les permitieron relajarse y disfrutar plenamente del momento. Cada instantánea reflejó la genuina felicidad de una pareja que había encontrado el lugar perfecto para sellar su amor.

El Brindis del Amor
Como el vino que mejora con el tiempo, el amor de María y Javi también se fortalecía con cada instante compartido en esta mágica postboda en Celler del Roure. Fue una experiencia que trascendió más allá de lo visual, capturando la esencia misma de su amor y pasiones compartidas. A través de las imágenes, pudimos apreciar la belleza de su conexión y cómo el entorno de la bodega realzó la magia del momento. Cada pareja tiene su propio destino y su forma de celebrar el amor, y para María y Javi, este capítulo inolvidable quedará siempre asociado a los viñedos y vinos que atesoran su historia.



