Viernes 10 de Marzo, después de una semana de nervios por las huelgas de controladores aéreos en Francia sin saber si podríamos llegar a nuestro destino, nos encontramos en el aeropuerto. Alba no sabía nada, todo era una sorpresa, nos hicimos los disimulados y nos subimos al avión cada uno en su asiento. Cuando bajamos del avión coincidimos a la salida y Alba se enteró de que no solo estaba en París de viaje sorpresa, sino que ibamos a hacer su Preboda.
Tenemos que reconocer que París es una ciudad tan bonita como cuentan y con infinidad de rincones donde conseguir buenas fotos ya sea para una preboda o postboda. Arrancamos por Trocadero, intentando aliviar la presión que Juan tenía (y es que tenía algo mas preparado…), hasta llegar a un punto en alto frente la Torre Eiffel, dónde Juan a pesar de los nervios hincó rodilla y le regaló un anillo de compromiso. Y es que ya estaban prometidos, pero ella pensó que lo del anillo no iba a llegar… fue uno de esos momentos en los que nos gusta estar presentes, donde las cámaras pasan a un segundo plano y se olvidan de nosotros, esos pequeños instantes en los que toda reacción es natural.
Aprovechamos lo que quedaba de tarde y la entrada de la noche para usar las luces de la ciudad y es que de noche la ciudad es mas espectacular si cabe. Conocimos a Ceci, amiga de Juan que vino desde Lieja a echarnos una mano, y gracias a su francés pudimos movernos fácilmente por la ciudad y comer sabiendo realmente lo que estábamos pidiendo…
El segundo día continuamos recorriendo la urbe y visitando lugares tan conocidos como el Sacre-Coeur, Montmartre, Notre-Dame y las orillas del río Sena, en un viaje en el que aprovechamos hasta el último minuto. Fueron grandes los momentos vividos con Juan y Alba, muchas risas y buen rollo. Sin duda agradecer toda su atención y deseamos que llegue el día de la boda para continuar con su reportaje.